Desde sus intenciones Radio Educa desarrolló una estrategia de comunicación con objetivos transformadores, no obstante, en la práctica, quedaron desafíos pendientes para aumentar la participación de los niños y niñas. Acá algunas conclusiones sobre esta dimensión.
Planificar y gestionar la comunicación como tecnología con objetivos transformadores (en este caso, visibilizar a niños y niñas en el espacio público, y por ende cambiar las relaciones de poder) tuvo como desafío permanente que ellos/as fueran los protagonistas del proceso, y al mismo tiempo, desarrollar un proceso dialógico entre los adultos participantes, para integrar las distintas miradas al proyecto.
La estrategia de comunicación realizada con Radio Educa fue paulatinamente en esta línea, no obstante, quedó el desafío de implementar un modelo que aumentara los niveles de participación de niños y niñas en las diversas etapas, como en la definición de la línea gráfica del proyecto, su web, contenidos, programación radial, diseño de los programas en vivo, etc.
Incrementar los niveles de participación, integrando la colaboración intergeneracional, implica a su vez, pasar de un modelo de comunicación estratégico normativo, que manipula o persuade en busca de objetivos exógenos, a una tecnología que promueve procesos de desarrollo endógeno, donde son los sujetos quienes ejercen sus derecho a comunicar. En este caso, los mismos niños y niñas, quienes piensan, crean y gestionan los contenidos y la estrategia para la Radio.
Este tipo de planificación de la comunicación reconoce las diferencias, promueve la flexibilidad y el encuentro con el otro, sin imponer modelos predeterminados. Así, en el proceso con Radio Educa, poner en práctica esta premisa no fue fácil, pues la mayoría de los desencuentros en el equipo adulto surgieron a partir de la dicotomía: continuidad con lo realizado o cambio para renovar. El diálogo profundo, desde la voluntad emocional y corpórea de escuchar y por ende, reconocer al otro, resulta fundamental para avanzar sin desconocer las fortalezas y las oportunidades ya alcanzadas.
En este sentido, una instancia dialógica podría haber considerado la discusión sobre el proyecto político tras la Radio.
La comunicación es inherente a toda estructura social, por lo tanto, el modo cómo se conciba definirá el tipo de sociedad que queremos construir. Gestionar una radio, como medio de comunicación popular, alternativo y/o participativo, permite habilitar espacios de participación de la niñez y la adolescencia; de auto-organización; y por ende, una sociedad donde sean considerados/as ciudadanos/as, y ejerzan sus derechos.
Desarrollamos, desde esta perspectiva, una experiencia basada en las relaciones de comunicación para el aprendizaje, desde un enfoque de derechos.
Uno de los desafíos de cada sesión de taller fue flexibilizar la estructura metodológica diseñada y privilegiar el proceso por sobre los productos necesarios para poner en marcha la radio. Asimismo, innovar en los formatos, y las estéticas tradicionales del lenguaje radiofónico, para abrir espacios a la experimentación de los participantes, y a la creación de producciones que tensionaran el concepto adultista de calidad, de “lo que hay que hacer”, fue un deseo que requirió más desarrollo.
La invitación fue a "sentipensar", como diría Eduardo Galeano, abriendo un espacio que buscaba que los niños y niñas habitaran su creatividad, jugaran, se expresaran, compartieran con otros, se emocionaran, a través de la herramienta radial. No era una experiencia educativa tradicional, caracterizada por una racionalidad excluyente, sino un espacio construido desde el amor, donde la emocionalidad era bienvenida, y el cuerpo -ese normado y vigilado- ocupaba un lugar en la experiencia.
No obstante, este sentido y objetivos debieron acompañarse de una estrategia más profunda de difusión y circulación del proyecto, pues, para generar cambios, es necesario sumar más fuerzas, y construir redes que validen las prácticas a partir del reconocimiento.
A partir de los aprendizajes de mi experiencia laboral en Cecrea, observé algunos aspectos necesarios de mejorar para un proyecto futuro. Uno de ellos es la necesidad de incorporar en las sesiones de taller otras herramientas que permitan recordar y levantar información, no sólo desde la palabra –dada por el énfasis a lo radial-, sino también desde el arte, la danza, la música, y la creatividad en general. Asimismo, dispositivos, como pizarras con preguntas guía para la expresión libre, o papelógrafos para destacar conceptos, pueden ser métodos útiles para conocer la opinión de los niños.
Además, en cuanto a la metodología utilizada en los talleres para esta tesis, sería de gran aporte para los proyectos de investigación futuros, aplicar el enfoque de la Investigación Acción Participativa (IAP), por su aporte al fomento de la participación ciudadana en el diseño e implementación de políticas públicas. Esta plantea que el conocimiento se construye colectivamente y son las comunidades quienes deciden qué y cómo resolver sus problemas.
En primera instancia, para desarrollarla, podría haber utilizado en la primera sesión de taller, la información sistematizada de la encuesta realizada a los niños y niñas participantes. Asimismo, quedó el desafío pendiente de reunir nuevamente a niños, niñas y adultos participantes para devolver lo interpretado en esta tesis, y junto a ellos, enriquecer el conocimiento generado. De este modo, y desde el enfoque de la IAP, serían los mismos sujetos quienes construyen su saber en torno a lo vivido. El investigador o investigadora se vuelve un/a facilitador/a de ese proceso.
Por ahora, este blog es la herramienta con mayor potencial para devolver a los participantes lo dicho por ell@s mism@s, y las interpretaciones que le ha dado a sus vivencias. El desafío está en fomentar su circulación y utilización como espacio para seguir aprendiendo juntos.
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