Estrategia de comunicación interna/externa (parte 3)


¿Logramos comunicarnos como equipo de Radio Educa? ¿Cómo fue la relación con el Estado y con los apoderados de los niños y niñas participantes? ¿Aprendizajes de la experiencia? Algunas preguntas que intento responder en el siguiente post.


El proyecto de Radio Educa para el FAV surge en un momento en que yo vivía en Argentina. Es por esto que los primeros acercamientos con su creador fueron vía correo electrónico. 

Luego, la iniciativa fue tomando forma cuando visité Chile en el verano de 2013, y en un par de reuniones con Patricio pudimos definir lo que se transformó en el proyecto que presentamos al Festival. Sin embargo, pese a estos encuentros, Radio Educa para el FAV surgió principalmente mediada por el correo electrónico, y las conversaciones vía Skype. 

Me parece importante hacer esa mención porque creo que parte fundamental de los desacuerdos que surgieron en el desarrollo del proyecto se generaron por la falta de comunicación entre ambos, como gestores de la iniciativa. La tecnología no fue una buena mediadora para poner temas en discusión y las instancias de diálogo no fueron suficientes. Faltaron momentos reflexivos profundos, donde asuntos trascendentales como el proyecto político detrás de la Radio estuviera en discusión.

Frente a este punto Patricio señala: “la comunicación a la distancia no ayudó mucho. Resolver muchas cosas y de diferentes magnitudes, es difícil. En una conversación existe la idea que trabajar en un proyecto cultural artístico con niños es fácil pero el cansancio al final tiene diferentes resultados, pues trabajar con niños es diferente a jugar con niños. Sin embargo, creo que a pesar de los retrasos de algunas respuestas por correo o telefónicas, se dieron los espacios para el intercambio de ideas. Otra cosa es no estar completamente de acuerdo”.

¿Esto afectó el cumplimiento de nuestros objetivos? 
Magdalena.Los niños nos veían como el equipo de la Radio, que no era primera vez que trabajábamos juntos. Eso es lo que me imagino que pensaron.  Quizás podríamos haber experimentado nosotros previamente con la tecnología. Haber jugado nosotras a entrevistarnos con la grabadora… compartir conocimiento fue en la misma sesión pero no tuvimos la oportunidad de hacerlo antes”. 

¿Logramos entonces formar un equipo?
Magdalena señala: “estábamos tan cansados de las tres horas de sesión en los talleres que no sé si cerrábamos los temas (en la evaluación posterior). Cada uno decía cómo le había parecido, lo que no, algunas ideas, pero no quedaban tan cerrados. Pero sí se daban esos espacios de conversación, es mejor que nada… Había mucho que resolver y ejecutar, pero siempre el tiempo apremiaba. No sé si alcanzamos a ser un equipo…”. 

Por su parte Noel agrega: “me parece que todos teníamos unas ganas bárvaras de conocernos. Yo creo que Radio Educa en sí mismo no tenía equipo y nosotros rápidamente lo formamos para resolver lo que nos iba planteando lo coyuntural, rápidamente generamos confianza. Todo lo demás fue cuestión de no tener tiempo y de temas internos no conversados que no contribuían a la creatividad propia del grupo”. 

Durante el proceso, un modo para resolver las diferencias internas y avanzar, fue determinar roles, los que en la medida que se fue desarrollando el proyecto se estructuraron de la siguiente manera:
  • Patricio: habilitación técnica de la Radio; edición de productos radiales para días FAV; programación diaria de la Radio online; administración de presupuesto; diseño y habilitación de estudios centrales; re diseño y actualización web. 
  • Teresita: difusión vía redes sociales; redacción comunicados de prensa; contraparte del Consejo de la Cultura; diseño de metodología de talleres; diseño programación días FAV; contra parte con apoderados; cotización y contacto con imprenta; contactos con diseñador, facilitadora.
  •  Magdalena: facilitadora y colaboración en diseño de metodología de talleres.
  •  Noel: facilitadora y colaboración en diseño de metodología de talleres y programación días FAV. 

“Creo que la organización que se conformó para el proyecto fue muy comprometida y profesional. Cada uno con experiencias e intereses, desde su ámbito buscó contribuir”, dice Patricio. El compromiso y la diferenciación en el conocimiento y las experiencias previas, fueron para Magdalena aspectos centrales que contribuyeron a la organización, para el buen desarrollo del proyecto, “eso facilitó y nos hizo confiar rápidamente en la iniciativa”, dice. 

Gestión de la comunicación con el Estado


Preparando la técnica para el primer taller en el Consejo de la Cultura, con la ayuda del equipo del Centro de Extensión (Centex)
La comunicación con el Estado estuvo mediada por la relación que teníamos previamente (Patricio y yo) con la Institución. En mi caso especialmente, pues trabajé directamente con varios de los funcionarios del Consejo de la Cultura que se convirtieron en nuestra contraparte. Eso facilitó la relación a la hora de solicitar la colaboración de la Institución para el desarrollo del proyecto.

En primer lugar, logramos que los talleres se realizaran en el espacio del Centro de Extensión del Consejo de la Cultura (Centex). Gracias a eso, articulamos a través de ellos la difusión de la convocatoria, lo que no sólo nos permitió acceder a sus redes y público fidelizado, sino además, validar nuestra actividad a través de este reconocimiento (el que ciertamente, ya era tal desde el momento en que la actividad fue aprobada como programación FAV). 

El Consejo además nos facilitó implementos técnicos con los que no contábamos, y su apoyo en este sentido durante la realización de los talleres y los días FAV.

La comunicación con la Institución se hizo por medio de correo electrónico, llamados telefónicos y cara a cara (reuniones y encuentros informales). Se caracterizó por la fluidez, lo resolutiva y cordial. 

Gestión con los apoderados



Desde que comenzamos a convocar para los talleres de la Radio buscamos que los objetivos y el sentido de la actividad se transmitieran lo más claramente posible. Asimismo, cuando l@s niñ@s ya estaban inscritos en los talleres quisimos mantener una comunicación fluida con sus padres y/o apoderados. Eso con la intención de que tanto adultos como niñ@s comprendieran en qué consistía el proceso, y al mismo tiempo construir confianza con los apoderados. Después de todo, estaban confiando a sus hij@s en nuestras manos. 

Es por eso que enviamos periódicamente correos electrónicos con información, además de mantener vías de comunicación abiertas (correo y teléfono) por cualquier duda. En cada una de nuestras decisiones, y lo expresamos también en los correos, estaba el interés superior del niño. 

La comunicación con los apoderamos era fundamental porque en ella también se reflejaba el modo cómo desarrollábamos el proceso, cómo estábamos entendiendo la comunicación y aprendizaje con y para sus niñ@s. Las palabras utilizadas, la periodicidad de los correos, los llamados telefónicos, no fueron al azar. En todo estábamos comunicando.

Según Magdalena, “en los talleres no los involucramos mucho, excepto en la primera sesión. Pero creo que en los mails se entregó la información clara. Quizás tuvieron más tiempo de darse cuenta de lo que estaban haciendo los niños los mismos días del Festival. Sin embargo, en todo el proceso se notó seriedad sobre la organización: se cumplían las cosas que se decían, estábamos preparados para asumir la tarea y eso creo que lo percibían los adultos. Era un ejercicio de confianza y se logró”. 



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